Es agua enriquecida con moléculas de Hidrogeno Activo. Este proceso de enriquecimiento no hace que cambie su textura, ni su sabor ni olor.

Es el primer elemento de la tabla periódica y el más abundante en el universo. Es el antioxidante con menor masa molecular, lo que le permite penetrar en zonas de nuestro cuerpo inaccesibles para otros antioxidantes, como la barrera hematoencefálica de nuestro cerebro o los núcleos de nuestras células.

Son moléculas inestables de oxigeno que han perdido un electrón y deben unirse a células sanas para completarse. Esta unión destruye las células originales, produciendo el llamado ESTRÉS OXIDATIVO.

Los procesos normales del organismo, tales como el metabolismo de los alimentos, la respiración, el ejercicio…producen radicales libres. También estamos expuestos a elementos en el medio ambiente que generan radicales libres como la polución industrial, humo de tabaco, medicamentos, sulfatos y pesticidas…

Son la principal fuente del envejecimiento prematuro de nuestras células. Muchas enfermedades se han ligado directamente a la actuación de estos radicales libres, tales como enfermedades cardiovasculares, Alzheimer, hipertensión, artritis reumatoide….y muchas otras.

Al hidrogenar el agua, lo que hacemos es enriquecer el agua con moléculas de Hidrogeno Activo antioxidante. Estas moléculas de Hidrogeno Activo (con carga de electrones)  reacciona con los átomos de Oxigeno que les falta un electrón (radicales libres) oxidantes, neutralizándolos.

No. Los antioxidantes se pueden obtener de alimentos e incluso nuestro propio cuerpo puede generarlos en menor medida. Estos niveles de antioxidantes pueden no ser suficientes en función de nuestro estado de salud, forma física, hábitos de vida…, por lo que bebiendo agua hidrogenada aportamos a nuestro organismo uno de los mejores antioxidantes naturales.

Significa potencial óxido-reductor y se mide en milivoltios, que pueden ser en positivo o en negativo. Cuando hablamos de “oxidado” es que tiene carga eléctrica positiva y roba electrones. Cuando hablamos de “reducido o antioxidante” significa que tiene carga eléctrica negativa y que dona electrones. El agua hidrogenada tiene un ORP negativo.

No. El agua alcalina cuenta con gran cantidad de minerales disueltos y normalmente no cuenta con hidrógeno activo ni carga eléctrica. El agua ionizada alcalina sí que cuenta con un poco de hidrógeno y carga eléctrica antioxidante, aunque la mayor parte de la carga eléctrica se la dan los minerales ionizados, que no aportan carga antioxidante útil.

El elevado pH así como el exceso de minerales con los que cuenta este tipo de agua, la convierten en bebida no recomendable para tomar habitualmente y a largo plazo.

El agua hidrogenada mantiene unos valores de hidrógeno óptimos de 6 a 8 horas. Si conservamos el agua embotellada en un envase de cristal hermético y refrigerado, es posible alargar algo más sus propiedades.

No. Solamente se puede hidrogenar agua, ya sea mineral o procedente de equipos de Ultrafiltración o de Osmosis Inversa.

Es recomendable beber entre 1 y 3 litros de cualquier agua al día. Aunque recomendamos que todo el consumo de agua que se haga sea hidrogenada, con un vaso al día ya estaríamos contribuyendo a la regulación de nuestro nivel de oxidación.

No. Al tratarse básicamente de agua, es apta para su consumo sin limitaciones. La pueden beber mujeres embarazadas, ancianos, bebés, mascotas…etc. 

Desde que comenzamos a tomar agua hidrogenada se pueden notar efectos como bienestar general, aumento de hidratación y energía, mejoras en la digestión y el descanso, etc. Otro tipo de efectos más destacados sólo se producirán tras semanas o meses tomando esta agua, cuando consigamos reducir los niveles de oxidación de nuestro organismo.